El cierre de Megaupload y sus webs asociadas ha sido noticia en todos los periódicos digitales, tt en Twitter y tema principal de conversación durante varios días.
Y estoy harta de oir y leer falacias y tonterías de una parte y de otra.
– La estupidez esa de no sé cuántos millones de pérdidas. Ya se me adelantó Efe explicándolo, pero lo repito: No existen pérdidas por esta causa. En el mejor de los casos, algunas empresas DEJAN DE GANAR. Pero lo que dejan de ganar no equivale al valor de lo descargado, porque eso es suponer que yo compraría todo lo que descargo.
Es decir, si yo descargo catorce películas al mes, las productoras hacen la cuenta de que pierden el valor de catorce entradas de cine. Pero ni las pierden, porque nadie les ha quitado el dinero de un servicio, ya que no se ha realizado, ni tampoco las dejan de ganar. Dan por hecho que yo, al no tener la posibilidad de descargas, iría al cine catorce veces al mes a ver esas películas. Y esto no es así, al menos en mi caso. A lo sumo dos o tres. Además, muchas de las películas que descargo no están exhibiéndose en los cines ni a la venta en dvd. Y esto lo puedo probar. He ido al Corte Inglés a comprar el dvd de una película de Glenn Close que me había gustado tiempo atrás. Y la dependienta, que sabe de qué película le estoy hablando porque a ella también le gustó, me dice que ni la tiene ni me la puede pedir. La película no se vende. Evidentemente, tras eso, me la descargué, aunque me costó un poco encontrarla.
– La estupidez esa de la censura y la falta de libertad de expresión. No es cierto que estén censurando o impidiendo la libertad de expresión. No les importa lo que decimos o escribimos, sino que ciertos contenidos estén a nuestra disposición de un modo gratuito.
– La defensa a ultranza de un delincuente. No se puede negar que el propietario de Megaupload es un delincuente. Lo es porque ha violado una serie de leyes. Y eso no tiene nada que ver con el intercambio de archivos.
– La creencia de que si desprestigian al fulano me voy a alinear con la Universal. Se ha publicado por activa y por pasiva que el tío se gastaba mucho dinero en mujeres, coches y yates. Eso da exactamente igual. A mí me importa un rábano lo que haga con el dinero. ¿Es acaso eso menos despreciable que la actitud de Steve Jobs, que sabía perfectamente que los iPhones con los que ganaba tantísimo dinero se fabrican en condiciones de esclavitud por niños menores de catorce años que trabajan jornadas de diez y seis horas manejando sin seguridad alguna productos neurotóxicos? ¿Es menos hipócrita que Apple pague a una fulana para que cuando se informa de los continuos suicidios de empleados de Foxconn, ésta salga a declarar, en nombre de la compañía: «Estamos tristes por la trágica pérdida de este joven empleado y esperamos los resultados de las investigaciones en relación a su muerte. Nosotros necesitamos que nuestros proveedores traten a todos sus empleados con dignidad y respeto.«?
Si Schmitz tenía en su casa obras de arte y coches de lujo, ¿eso convierte el intercambio de archivos en algo malo, malísimo? Si no tiene nada que ver, ¿a cuenta de qué se incluye en la información? Si en lugar de comprar coches y mansiones comprara cuadernos para los niños de Burkina Fasso ¿su negocio se convertiría en algo legal y bueno? ¿Debo entender que tengo que dejar de comprar en Zara porque su dueño tiene un pazo barroco del siglo XVII y una cuadra de caballos de carreras, aparte de reventar motores de Porsches?
El problema es que al consumidor no se le da lo que pide y quieren que hociquemos y compremos lo que nos quieran vender. Yo me bajo series, y lo digo abiertamente. Que conste que, de entrada, le pago religiosamente a ONO por poder ver los chorrocientos canales de televisión donde emiten esas series, así que supongo que los propietarios de dichas series ya cobran algo de mi bolsillo. Aunque resulta que también le pago por ver otros canales que no me interesan nada, como los apasionantes Teletienda y la televisión nacional polaca, entre otros. Igualmente pago impuestos para que infames cadenas autonómicas paguen a productoras que crean infectas series que dan vergüenza ajena.
Pero yo tengo una vida, no puedo estar pegada a la televisión mañana tarde y noche, ni partirme en dos cuando ponen al mismo tiempo dos o tres de las series que sigo. Me gusta irme a la cama con mi dvd portátil y ver un par de episodios antes de dormir. Con mucho gusto le pagaría a ONO o a cualquier otro una cuota por la que no viera ningún canal de televisión, pero pudiera ver y/o descargar exclusivamente los episodios de series que yo eligiera, y que ONO hiciera cuentas después con los propietarios de dichas series. O que fuera posible que yo pudiera contratar ese servicio sin intermediarios.
Pero eso obligaría a la empresa que fuera a tener a mi disposición todos los contenidos que yo quisiera. Si se me antoja ver una serie de hace treinta años, pongamos «La fuga de Colditz», deben tenerla a mi disposición. ¿No puedes o no quieres proporcionármela? Pues entonces te aguantas y ves cómo la consigo por mi cuenta.
– También me ha dado mucha risa leer que un puñado de «artistas» han puesto a Obama «entre la espada y la pared»: O las descargas o nosotros. ¡Cuidado! Correis el riesgo de que millones y millones de personas digan a coro ¡Las descargas, las descargas!, y os quedéis todos con el culo al aire. Por lo pronto, no es un buen momento para que Obama se arriesgue a perder millones de votos. Está en campaña para la reelección y su popularidad nunca ha estado tan baja.
Por todo eso, porque estoy harta de que me tomen por idiota, de que intenten colarme mentiras y estupideces, me voy a adherir a la iniciativa del «Marzo negro», y no porque esté de acuerdo con las razones que se dan para ello, que son las que figuran en el siguiente manifiesto:
DEL JUEVES 1 DE MARZO AL SÁBADO 31 DE MARZO DE 2012
CON LAS CONTINUAS CAMPAÑAS CENSURANDO INTERNET COMO SOPA, PIPA Y LEY SINDE, Y EL CIERRE DE SITIOS COMO MEGAUPLOAD BAJO ALEGACIONES DE PIRATERÍA Y CONSPIRACIÓN, HA LLEGADO EL MOMENTO DE PONERSE EN PIE CONTRA LOS LOBBIES MUSICALES, DEL CINE E INDUSTRIAS AUDIOVISUALES.
EL ÚNICO MODO ES GOLPEARLES DONDE DE VERDAD LES DUELE, EN SU MARGEN DE BENEFICIOS.
EN MARZO DE 2012 SE REALIZA EL PRIMER INFORME ECONÓMICO MUNDIAL DEL AÑO.
NO COMPRES NI UN DISCO. NO DESCARGUES NI UNA CANCIÓN. NO VEAS NI UNA PELÍCULA EN EL CINE. NO COMPRES NI UN DVD. NO COMPRES NI UN VIDEOJUEGO. NO COMPRES NI UN LIBRO O REVISTA.
ESPERA CUATRO SEMANAS PARA HACERLO EN ABRIL. AGUANTA SÓLO CUATRO SEMANAS Y DEJAREMOS UN BUEN AGUJERO EN LOS BENEFICIOS DE ESAS COMPAÑÍAS EN EL PRIMER INFORME DEL AÑO. UN GOLPE ECONÓMICO QUE SERÁ VISTO POR LOS GOBIERNOS DEL MUNDO COMO UNA SEÑAL DE IMPORTANTES PÉRDIDAS DE INGRESOS.
ESTA ACCIÓN PUEDE SERVIR COMO DECLARACIÓN DE INTENCIONES.
NO TOLERAREMOS LA PRESIÓN DE NINGUNA INDUSTRIA A FAVOR DE UNA LEY QUE CENSURA INTERNET.
Mi marzo negro es un aviso de que pueden ir tomándole el pelo a su santa madre. A mí me importan un rábano la Universal, Schmitz, Obama, los artistas, los músicos y los propietarios de Series Yonkis. Ninguno es una víctima. Todos ganan dinero a espuertas. SÓLO ME IMPORTO YO. Es lo que han conseguido.