El 7 de mayo de 2008, el periodista y fotógrafo Gervasio Sánchez subió al escenario en el Círculo de Bellas Artes para recoger uno de los premios Ortega y Gasset, otorgados por el diario El País. Entre el público se encontraba la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el presidente del senado, media docena de ministros y varios ex-ministros, dado que la entrega de este premio siempre es una ceremonia con alta representación institucional.
Los premiados tenían un minuto para agradecimientos, pero Gervasio Sánchez pronunció un corto discurso de cuatro minutos que, aunque fue muy aplaudido por una parte del público, fue recibido “con cara de circunstancias” por otra parte (concretamente él mencionó expresamente el gesto de la vicepresidenta del Gobierno). Aunque se encontraban presentes numerosos medios de comunicación, la entrega del premio y el discurso fueron absolutamente ignorados por prácticamente todos. CNN Plus hizo un reportaje de dos minutos y lo acabo con una de las frases del discurso de Gervasio Sánchez y lo mismo hizo la SER. Ningún medio más hizo siquiera mención al acto.
Ante la falta de atención que sufrió el hecho en los medios (1), a alguien se le ocurrió elaborar una presentación y distribuirla por correo electrónico, para que el hecho no fuera ignorado. Tres años después sigue circulando por ahí. Tres años exactos después de aquel día, Gervasio Sánchez escribió un texto en su blog de El Heraldo de Aragón titulado “Historia de un discurso”. El periodista dice que no siente que haya sido censurado, pero lo cierto es que su premio tampoco fue en absoluto noticia. Probablemente esa presentación que aún rueda por los e-mails fue el único medio de que algunas personas se enteraran de que un periodista se había atrevido a criticar en un acto público a los presidentes de la democracia, y particularmente al que en ese momento estaba en el poder, Rodríguez Zapatero. Desde luego, fue esa presentación la que le dio munición a un joven traductor de 29 años llamado Rafael Lafuente Blanco para que le hiciera al presidente del gobierno la pregunta más dura (26 de enero de 2009) que se ha escuchado en el programa “Tengo una pregunta para usted”, sobre la venta de armas por parte del gobierno español. Zapatero tuvo que mentir ante seis millones de teleespectadores para escurrir el bulto y evadirse de la pregunta del joven.
En la entrada del blog, Gervasio Sánchez decía sentir “cierto vértigo al pensar que un discurso de cuatro minutos podía dar tanto de sí, viajar a tantos lugares y dar tantas vueltas hasta marear las palabras, así como también cierta excitación al pensar que Internet puede utilizarse como un arma poderosa e influyente”.
Porque no lo había leído antes, porque me ha gustado, y porque me han impactado las fotografías de las personas a las que Sánchez hacía referencia en el discurso (2), lo repito aquí y ahora. Porque, además, en tres años las circunstancias no han cambiado en absoluto. Todo sigue igual, luego esos párrafos son pertinentes aún.
Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio “Ortega y Gasset” de Fotografía, convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto “Vidas Minadas”, al que pertenece la fotografía premiada, tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
A la izquierda, la foto premiada, que retrata a la mozambiqueña Sofía Elface Fumo. A la derecha, el camboyano Sokheurm Man, mutilado cuando era un nño de 13 años.
A la izquierda, Adis Smajic, niño bosnio de trece años, dos días después de sufrir la explosión de una mina. Ya adulto todavía muestra señales en su cara, probablemente para siempre. A la derecha, Mónica Paola Ojeda, niña colombiana que quedó ciega y manca a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película “Cuentos de la luna pálida” de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de las minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la transición, encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura (3) se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabricamos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo, y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King, me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte. Muchas gracias.
– Varias ONG como Amnistía Internacional e Intermon Oxfam, en un informe de septiembre de 2009, criticaron enérgicamente que España siguiera vendiendo armamento a países en conflicto como el propio Israel o Sri Lanka. En lo que se refiere a las bombas de racimo, España tardó mucho en aceptar la propuesta de Dublín hace dos años para prohibirlas. Las cifras de las dos legislaturas socialistas, comparadas según los datos del SIPRI con las de Aznar, son claras. Entre 1996 y 2004, España vendió 1.275 unidades. De 2004 a 2009, 3.170. Comparando la primera legislatura de los conservadores (1996-2000), con la de los socialistas después (2004-2008), habría una diferencia de 1.097 unidades vendidas de más por el PSOE (Público).
– Amnistía Internacional, Intermon Oxfam y Greenpeace llevan denunciando desde principios de año que España “vende armas a países en permanente conflicto, y que vulneran los derechos humanos constantemente”. En este sentido, y tras conocer los datos del informe del Gobierno, la responsable de Desarme de Greenpeace, Mabel Rodríguez, denunció ayer que “el Gobierno está interpretando la ley sobre exportación de armas de 2007 como quiere” (Público).
– España vendió en 2010 armamento a Libia por valor de más de 11 millones de euros (Cadena Ser).
– Etc.
De acuerdo con documentos de la Secretaría de Estado de Comercio presentados en Junio de 2010, el 64’8% de las ventas de armas de España presentan un dilema moral o, cuanto menos, abren una polémica en las relaciones de política internacional. Mientras tanto, el presidente del gobierno hace el ridículo en foros internacionales con “sentencias” tipo “Hello Kitty”.
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(1) Es curioso pero el propio diario El País, convocante de los premios, en la galería de fotografías sobre el acto que publicó en su web, insertó imágenes donde aparecían Sinde, Pajín con Ruth Porta (portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid), Almudena Grandes, Sancho Gracia, Diego el Cigala o Blanca Marsillach, así como la plana mayor de PRISA. Pero en ninguna foto aparecía Gervasio Sánchez, excepto en una foto de grupo con todos los premiados, donde apenas se le distingue. Por supuesto, su nombre no aparece en ningún pie de foto.
(2) Las fotografías las he tomado de diferentes lugares de internet y, como es natural, las encontré a través de Google. Como pertenecen a un libro publicado, si alguien siente que sus derechos han sido lesionados las retiro inmediatamente. Pero me pareció importante poner cara a esos nombres.
(3) Es decir, la primera de Zapatero, el de “la infinita ansia de paz”.