Extremadura usará software libre en los 10.000 ordenadores de la administración
La Junta de Extremadura ha dado el paso definitivo en su apuesta por el software libre, después de que la semana pasada el Consejo de Gobierno acordara que todos los ordenadores de la administración utilicen antes de un año el sistema operativo libre gnuLinex –derivado de GNU/Linux desarrollado en esta comunidad- y el formato abierto ODF –versión estándar del formato propietario PDF.
El consejero de Infraestructuras y Desarrollo Tecnológico extremeño, Luis Millán Vázquez de Miguel ha señalado que la extremeña es será la primera Administración Pública española que da el salto definitivo al software libre, lo que según afirma es considerado por los organismos internacionales como el “paso más importante” para favorecer la innovación tecnológica y reducir la dependencia respecto a aplicaciones propietarias no compatibles e incrementar la interoperatividad entre sistemas y aplicaciones a nivel global.
Todos los empleados de la Junta de Extremadura utilizarán gnuLinex en menos de doce meses, a lo largo de los cuales se realizará una instalación paulatina. Cuando concluya el periodo de implantación todos los puestos informáticos de los empleados públicos deberán utilizar este sistema operativo libre, y los programas adicionales instalados deberán provenir de software de código fuente abierto o poseer algún tipo de licencia libre.
Vázquez de Miguel resalta que este proceso de migración es fruto del trabajo que ha llevado a cabo la Junta de Extremadura durante casi una década, llegando ahora a la conclusión de que es el momento ideal al confluir varias aspectos como por ejemplo la adquisición de experiencia en los últimos cuatro años aplicando el sistema a la Educación y a la Sanidad con la que ha obtenido un conocimiento y experiencia de uso.
Entre las ventajas Extremadura espera disfrutar por utilizar software libre y formatos estandarizados se encuentra la perennidad, esto es, que la Administración tenga la garantía de poder conservar todos sus documentos por tiempo indefinido, sin que futuras actualizaciones del software hagan que los documentos antiguos no puedan leerse con las nuevas herramientas.
La Junta sostiene que además la relación con los ciudadanos será más fácil, ya que no se condicionará la relación entre Administración y administrados a que este último se haya obligado a la adquisición de software propietario. Otra supuesta ventaja hace referencia a la seguridad y autonomía de los usuarios. Vázquez de Miguel calcula también que la Junta ahorrará mucho dinero con el salto al software libre, con cifras que podrían alcanzar varios millones de euros.
Hace ya mucho tiempo que en la Junta de Andalucía se apuntaron a esto mismo, obligándonos a utilizar un sistema operativo llamado Guadalinex, pero sin desarrollar programas compatibles con él. Es decir, que te pasabas varias horas en tu casa haciendo algunos cambios en la programación del curso, poniendo exámenes, ejercicios, comentarios de texto, etc… y cuando llegabas al instituto con tu disquette o tu pen-drive, resulta que como tú tenías en casa, como todo mortal, Windows y Word, el trabajo realizado no te servía de nada porque ni siquiera podías abrir los archivos. Todo muy cómodo, como se puede ver. En vez de facilitarnos el trabajo nos lo complican aún más. Y no digamos nada cuando inundaron de ordenadores algunos centros y los profesores se encontraron con que no podían utilizar ningún programa conocido en ellos. El profesor de Informática hacía una gestión y tenía lugar el siguiente diálogo con los de arriba:
– Oiga, que no hay programas para utilizar en estos ordenadores.
– Pues desarróllelos usted.
– Pero es que todavía no me han enseñado a estar en dos sitios al mismo tiempo. O doy clase, o desarrollo programas.
– Eso es problema de ustedes.
Y asunto zanjado. Por eso todavía hoy en muchos institutos hay docenas y docenas de ordenadores sin utilizar, algunos todavía dentro de los embalajes. Ahora, eso sí, el primo del cuñado de alguien se ha hecho multimillonario vendiendo miles de ordenadores a la Junta de Andalucía.
¿No hubiera sido más lógico contratar a media docena de personas para que crearan programas tan buenos como Word Perfect, Photoshop, Power Point, Excel o los que hicieran falta, y cuando esos programas ya existieran los pusieran a disposición de los profesores o cualquier otro funcionario obligado a utilizar Guadalinex u otro de esos sistemas operativos? Pero es que aquí somos expertos en a) empezar la casa por el tejado y b) que todo descanse sobre la parte más débil. Primero te impongo un sistema operativo que de momento no te sirve para nada y luego te cargo con la obligación de, en tu tiempo libre, crear programas para que además nos regales tu tiempo libre y tu esfuerzo.
No hace mucho tiempo, la consejera de Educación de la Junta de Andalucía convocó una reunión (no recuerdo si con inspectores, con delegados provinciales, con directores de centros…). Llegó con su video proyector y su portátil, y les largó una bonita presentación con mucho movimiento y muchos colorines. Hay que tener en cuenta que estos politiquillos pseudoprogres de ahora ya no tienen miedo de comportarse igualito que asquerosos capitalistas presidentes de consejos de administración de bancos, y por eso visten de diseño y utilizan los juguetitos más caros que haya en el mercado.
[Inciso] Hace unos meses el dueño de la tienda de informática donde compro desde hace muchísimos años me comentó, cuando fui a comprar un video-proyector, que tenía encargado el más caro que hay en el mercado para la delegación de Educación. Y que le daba hasta pena, porque lo compraban por comprar, y era un aparato al que no le iban a sacar ni el 5% de su rendimiento. [Fin del inciso]
Cuando terminó la alocución de la Consejera, uno de los presentes pidió la palabra y dijo que le alegraba mucho saber que ella ponía en su trabajo la calidad y la eficacia por delante de cualquier otra consideración, ya que había utilizado Windows y Power Point en la presentación que les había mostrado, en lugar del Guadalinex que todos estaban obligados a utilizar en su trabajo, con todos sus inconvenientes. La Consejera se puso como un tomate, esbozó una sonriza forzada, y de vuelta a su despacho hubo bronca fenomenal y amenaza de mandar al paredón a los que habían preparado esa presentación para que ella la utilizara.
A eso en mi tierra se le llama “la ley del embudo”.